La psicoterapia o terapia psicológica es una intervención en la cual paciente y profesional (psicólogo/a) colaboran para que la persona o personas que consultan (en el caso de la terapia de pareja o familiar) mejoren su calidad de vida a través de un aumento de la comprensión de su propia historia, de su mundo interno (pensamientos, emociones, comportamientos) y de la manera de relacionarse con el resto.
Son muchas y diversas las circunstancias que pueden llevar a una persona a solicitar ayuda profesional. El hecho de planteárselo, ya puede dar una pista de la necesidad de apoyo. Es un error creer que solo las personas con problemas más graves lo necesitan. Lo ideal es evitar que el problema empeore abordándolo a tiempo, y potenciando las habilidades que tenemos.
La psicoterapia puede ser un proceso duro y bonito al mismo tiempo: un viaje al interior para florecer por fuera, donde es probable que tengamos que afrontar sucesos dolorosos, en parte para curarlos.
Algunas pistas para saber si puedes beneficiarte de un apoyo profesional:
- A menudo te sientes irritable, irascible, en estado de alerta, con la necesidad de defenderte.
- Te cuesta relacionarte con la gente, crees que apenas tienes personas con las que contar o continuamente tienes conflictos con ellas.
- Has sufrido una pérdida (ruptura, muerte de un ser querido…) y no te crees capaz de superarla.
- Piensas que no llevas las riendas de tu vida.
- Te cuesta poner límites y distanciarte de situaciones o personas que no te aportan.
- Continuamente te asaltan pensamientos negativos o desagradables que te provocan angustia.
- Todo te afecta mucho y/o la intensidad de tus emociones te hace perder el control.
- Consideras que tu relación con la alimentación o con tu cuerpo es problemática.
- A menudo consumes alcohol u otras drogas como vía de escape, y te cuesta controlarlo.
- Te autolesionas o piensas con frecuencia que nada merece la pena.
- Llevas tiempo sintiéndote perdido/a, con sensación de vacío, o no sabes lo que quieres.
- Ya no disfrutas con cosas con las que antes sí o (casi) nada te hace disfrutar.
- Te sientes infeliz.